La de Rober y Vero fue una de esas bodas que no queremos que termine, de esas que después de 14 horas trabajando te irías al fin del mundo con ellos (por cierto chicos, gracias por la postalita neoyorkina ;), como la temática que crearon… una boda de película!
De verdad que cada día me cuesta más escoger las fotos para publicar… son tantos los momentos, tantas las emociones… risas, lágrimas, más y más risas!!!
Desde por la mañanita temprano en Atípica, su peluquería de confianza, con los nervios de las primeras horas de su gran día, que se nos pasaron en cuanto llegamos al Hotel Meliá Recoletos… nada como unos saltos en la cama con su inseparable nariz de payaso para liberar estrés y echarnos las primeras risas de la mañana.
Cuando llegamos en su flamante “coche oficial” a la Iglesia de El Carmen Extramuros, en las afueras de Valladolid, la novia estaba radiante y el novio nervioso, como tiene que ser. A partir de ahí, la ceremonia estuvo llena de momentos muy divertidos y emotivos… los peques se tomaron muy en serio su papel de “Guardianes de los Anillos” y no querían dárselos ni a los novios jajajaja… y su mamá Sonia, gran amiga, nos hizo emocionarnos a todos con sus palabras… a todos!
Aquí tendría que remontarme al comienzo de la historia, cuando hace ya unos años conocimos a Sergio y Sonia, cubrimos su boda y vivimos toda una aventura en su posboda. Fue precisamente en esa boda donde Rober se declaró oficialmente a Vero después de recibir el ramo de novia, rodilla al suelo y anillo de risketo incluido. Y ahí estaban nuestras cámaras para plasmar el momento. Así que el día que me llamaron temiendo que tuviera la fecha ocupada, me hicieron la fotógrafa más feliz del mundo.
Ni que decir tiene que el resto de la boda con la celebración en el Casino de Castilla y León, en Boecillo, fue una auténtica fiesta repleta de detalles personalizados por ellos mismos durante meses: las palomitas rellenas de chapas con frases divertidas, las mesas marcadas con los títulos de sus películas preferidas, los alfileres handmade, el candy bar, el photocall… Y los amigos, qué cracks, imposible escapar de ellos 😉
La guinda fue la sopresa que los novios tenían preparada para todos sus invitados, el lanzamiento de farolillos de luz al terminar el baile.
De corazón muchísimas gracias por permitirnos compartir con vosotros un día tan maravilloso!!!
Si os habéis quedado con ganas de ver más fotos de esta pareja, pinchando aquí podéis ver su (como no podía ser de otro modo) divertidísimo y romántico preboda.
0 comments
Here is no comments for now.